Actualmente los alimentos que ingerimos están sometidos a numerosos procesos que no respetan su maduración y afectan a su valor nutricional, este es uno de los principales motivos por los que la suplementación es clave para cubrir la carencia nutricional en la que vivimos.
Los aportes de los suplementos en nuestra alimentación garantizan los niveles adecuados de micronutrientes (vitaminas y minerales) y antioxidantes para nuestro organismo y son una de las mejores opciones para prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de numerosas enfermedades. Por lo tanto, la suplementación nutricional es una de las bases que utiliza la medicina preventiva para combatir las numerosas situaciones de desequilibrio, debilidad o, incluso, enfermedad que se presentan a lo largo de nuestra vida.
Los alimentos que llegan a nuestra mesa actualmente, no tienen nada que ver con aquellos que comíamos de pequeños, y esto es debido a la transformación que ha sufrido el medio; las tierras de cultivo han perdido nutrientes, los cultivos son tratados con productos químicos (pesticidas, herbicidas, insecticidas…), el ganado es alimentado con piensos que son mezclados con hormonas y antibióticos, el aire que respiramos cada día está más contaminado… Todo ello influye de manera negativa en nuestra nutrición.
Además, la gran mayoría de los alimentos que ingerimos están sometidos, desde que son una “simple semilla” hasta que llegan a nuestra nevera, a numerosos procesos que afectan profundamente su valor nutricional. ¿Sabías que una espinaca de 1.948 contenía 158 milígramos de hierro? Pues 25 años después la misma cantidad contenía menos de 2,2 miligramos ¿cuántas espinacas deberíamos entonces comer hoy en día, para ingerir la misma cantidad de hierro que hace 25 años? La respuesta, unas 75 raciones. Todo esto nos lo cuenta Linda Grove, en su libro titulado August Celebration.
Este ejemplo nos hace ver claramente como, aunque llevemos una vida sana, con una buena gestión del estrés y con una alimentación equilibrada, tenemos importantes carencias nutricionales en nuestra dieta.
Por ello la suplementación nutricional es necesaria para poder dar a nuestro organismo todo aquello que no recibe a través de los alimentos que ingerimos.
Llegados a este punto debemos diferenciar entre suplementos químicos, vitaminas extraídas de plantas y los suplementos nutricionales naturales que utilizo como herramienta para el equilibrio nutricional y el bienestar.
- Los suplementos químicos tienen una baja biodisponibilidad, esto significa que nuestro organismo absorbe una mínima parte de lo que ingieres y además debe realizar un esfuerzo mayor para desechar lo sobrante, lo que puede provocar factores tóxicos para nuestra salud si su ingesta no se realiza de manera optima.
- Las vitaminas extraídas de plantas están en formas no compatibles con la fisiología humana y además, están asociadas a otros componentes naturales presentes en la matriz. Hay estudios que demuestran que nuestro organismo absorbe mejor los nutrientes si ingerimos directamente extracto del alimento en lugar del extracto de la vitamina en cuestión.
- Los suplemento naturales que trabajo con mis clientes son micronizados de frutas, verduras y bayas, o sea, fitonutrientes (vitaminas, minerales, enzimas, fotoquímicos, antioxidantes, compuestos fenólicos…) de gran pureza, presentes en las frutas, verduras y bayas provenientes de cultivos ecológicos y recogidos en su punto optimo de maduración.
Por ello para mi es esencial suplementar mi alimentación, pero no con cualquier suplemento, sino con un suplemento de calidad que ofrezca a mi cuerpo todo aquello que necesita para sentirse sano y vivir en bienestar, con una alta biodisponibilidad y procedente del medio natural.
Rompe con tus creencias, contrasta la información y date la oportunidad de mejorar tu calidad de vida.